La Escuela Municipal de Artes y Oficios de Bucaramanga –EMA– presenta “Doméstico y Salvaje”, una exposición que trasciende la idea de una simple muestra artística para convertirse en un testimonio vivo de los territorios rurales que rodean la ciudad. Es una lectura sensible del campo, narrada desde la mirada de niños, jóvenes y adultos que encuentran en el arte una forma de contar lo que viven, lo que sueñan y lo que defienden.

Esta exhibición del Programa Extensión y Rural de la EMA, nace del diálogo profundo entre las veredas de Bucaramanga y los procesos de formación artística que la EMA desarrolla en zonas donde el acceso a la cultura suele ser limitado. “Más que obras, aquí vemos relatos que hablan de los lugares apartados de la ciudad, esos espacios donde se forman nuestros estudiantes y donde la naturaleza es parte esencial de su vida cotidiana”, explica el maestro José del Carmen Santamaría uno de los tres responsables del proceso de esta exposición.

Detrás de “Doméstico y Salvaje” está el trabajo articulado de los maestros de Artes Plásticas y Visuales de la EMA: Yael, Carlos Padilla y José del Carmen Santamaría, quienes han acompañado a los estudiantes en una exploración que combina lo cercano con lo instintivo. “Buscamos recrear lo doméstico y lo salvaje: retratos, paisajes y conversaciones con la naturaleza. Enseñamos a los niños a observar los animales que conviven con ellos, gatos, aves multicolor, cantos que escuchan cada mañana camino a la escuela y también aquellos que los asombran, como los leones, los monos o los colibríes”, señala el maestro Santamaría.

La exposición reúne creaciones de estudiantes desde grado cero hasta quinto en las veredas La Capilla, Vijagual, El Nogal 1, La Esmeralda y La Malaña, así como procesos de básica primaria y bachillerato en Bosconia, los semilleros emergentes en El Pabón (grados 0°, 1°, 2° y 3°), y los grupos de mañana y tarde en San Ignacio, uno de los territorios más apartados y con menos oferta cultural de la ciudad. “La EMA se ha solidarizado con estos lugares y ha extendido sus brazos para cobijar estas semillas emergentes”, afirma el maestro Santamaría.

A este tejido artístico también se suman estudiantes urbanos, fundaciones aliadas y adultos mayores del salón comunal de El Pabón. En total, participan niños desde los 5 años, jóvenes y adultos mayores que hoy presentan nueve series creativas que revelan la fuerza expresiva de estas comunidades. “Para ellos, como para mí, es un placer volver a sentirse útiles y capaces de crear”, concluye el docente José del Carmen.

“Doméstico y Salvaje” es un reconocimiento a la memoria, al territorio y a la diversidad de formas en que el arte se manifiesta cuando se le permite llegar a todos. Es también un recordatorio de que la cultura se construye desde la raíz, y que las voces rurales merecen un espacio en la narrativa artística de la ciudad.

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Oficina de Prensa y Comunicaciones Instituto Municipal de Cultura IMCT